La Crisis de las funerarias

Frente al colapso del actual cementerio municipal de Los Vilos, las principales casas fúnebres han tenido que adaptarse para llevar a cabo sus servicios. Desde traslado de difuntos a otras comunas del país, hasta el cierre de sus sucursales. 

El colapso del Cementerio Municipal de Los Vilos no solamente ha afectado a las personas, quienes no tienen donde enterrar a sus seres queridos, sino que también ha llevado contra las cuerdas a las funerarias de la zona, las cuales van en disminución desde la pandemia del Covid-19 en 2020. Un escenario crítico, que no deja indiferente a la comunidad, que pide a gritos una pronta solución.

José Bello, dueño de la funeraria La Misericordia de Jehová.

José Bello es el dueño de la Funeraria «Misericordia de Jehová», quienes ha tenido que afrontar el impacto laboral y económico del colapso del cementerio de Los Vilos.

En entrevista con el equipo de por un lugar en el recuerdo, comentó acerca de las medidas que tomaron en vista de esta situación, aludiendo a métodos alternativos entre los que se encuentran la cremación, movilización hacia otros cementerios e inclusive uso de tumbas temporales. «El asunto del cementerio es bien complejo porque la gente opta por llevarlos a los crematorios en Santiago», afirmó. Los propios vileños han optado por una medida que si bien no es de las mejores, la gran mayoría de ellos la están aplicando en el día a día, y consiste en prestar los nichos.

Todo esto, mientras las personas que enterraron a ese ser querido, puedan obtener un espacio que les permita darles el lugar en el recuerdo que ellos desean.  La falta de espacio en el cementerio ha transformado su labor y aporte a la comunidad en una carrera contra el tiempo, marcada por tres factores: impotencia, incertidumbre y mucha frustración. 

¿Qué están haciendo las funerarias ante el colapso?

Junto con la funeraria La misericordia de Jehová, otra de las casas fúnebres de la comuna, La Paz de Cristo se ha sumado a esta crisis, que han sabido combatir en base a las cremaciones, debido a que ocupan menos espacio en el cementerio, que si bien está colapsado, las cremaciones al quedar en ánforas, son más viables que un ataúd propiamente tal, y así se refirió Gilberto Arria, trabajador de la funeraria. «Nosotros lo que hemos estado haciendo es cremarlos, porque en primer lugar es más barato y segundo en vista del nulo espacio que tiene el actual cementerio, es la solución más preferida por las familias, por lo menos aquí», afirmó. 

Uno de los casos que también se da es el traslado de difuntos a otras comunas, y tal es el caso de José Bello, quien en alguna oportunidad realizó un viaje de más de 12 horas, para dejar a una fallecida desde el puerto de Los Vilos, hasta la isla grande de Chiloé.

¿Y fue por comodidad?, la respuesta es no, fueron viendo en diferentes cementerios del país, y en el de Chiloé, fue admitida. Considerando todo tipo de procedimiento del Servicio Medico Legal, en cuanto al tiempo que se tiene que llevar a cabo este trámite. 

Sin embargo, don José todavía opta por el entierro propiamente tal, ya que en su pequeña sucursal, además de contar con dos carrozas fúnebres, tiene un taller donde recibe y construye los cajones para los difuntos. Cuenta con diferentes tamaños y diseños.